Las Reformas cruciales de México que también alcance los altos salarios-pensiones de ex presidentes de la República; examen a protagónicos de Reformas entreguistas.
Opción
Enrique Aranda 26/08/2013
00:50 ---08/09/2013.- publicado.
Al paso de las
horas, los días el costo político a asumir, a cambio de aprobar una nueva ley,
la del Servicio Profesional Docente sin la que, por cierto, la reforma
constitucional en materia educativa pierde toda esencia, es cada vez más
elevado y potencialmente explosivo
—en términos de violencia callejera e ingobernabilidad, por ejemplo— tanto para
el gobierno federal, como para el Congreso y las dirigencias de los partidos
firmantes del Pacto por México.
La injustificada
decisión de ceder a la presión de las hordas
de supuestos maestros, reales vándalos
agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que
desde la noche del lunes tomaron como rehén igual a las Cámaras federales que a
la población capitalina, escaló a tal nivel el problema derivado del compromiso
oficial, y social, de elevar la (pobre) calidad de nuestro sistema educativo
que, ya hoy, las soluciones, si las hay, parecen pocas…
Máscuando es de
todos sabido que el acuerdo político signado por el presidente Enrique Peña Nieto y su
partido, con el PAN y PRD, no era otro que ir adelante en una reforma
constitucional, la educativa, en defensa del derecho primario de niños y
jóvenes a recibir una educación de calidad, sí, pero también en la concreción
de acuerdos para el cumplimiento de diez de los 95 compromisos incluidos en el
Pacto por México.
De ahí entonces que
la única alternativa real al alcance del gobierno y partidos, con sus
legisladores incluidos, no sea otra que aprobar la ley que reglamenta la
evaluación del magisterio; una ley que molesta al magisterio irresponsable
agrupado en la CNTE, acostumbrado a medrar con la educación de las futuras
generaciones, a cobrar sin trabajar, a lograr prebendas en la calle y no del
esfuerzo en el aula… insistir en la vía de la cesión y el titubeo no acarreará
sino males mayores.
Tengamos claro que
estamos ante el inicio de una escalada antireformista y, en consecuencia
antigubernamental que, si bien alcanzó ya un primer pico con la frustración relativa del trabajo de
diputados y senadores, y el irresponsable bloqueo del Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México, aspira a llegar al primero de septiembre para colocar
bajo presión el primer Informe de Gobierno del Ejecutivo federal y, después,
reformas tan importantes ahora en
camino, como la energética, la fiscal, y las que se acumulen.
El
balón, diría el clásico, está
en la cancha de la autoridad…
Asteriscos
* Absurda y falsa la
explicación que de la cancelación de la plenaria de la fracción senatorial
blanquiazul en su natal Guanajuato ofreció el oficioso Fernando
Torres Graciano, cargando culpas a problemas de logística
derivados de la situación creada por la CNTE, cuando sabía bien que la decisión
de no ir fue de la mayoría de sus pares que, otra vez, colocaron contra la pared… al
(des)coordinador Jorge Luis
Preciado, su jefe en turno.
Veámonos el
miércoles con otro asunto De
naturaleza política.
Enrique Aranda 26/08/2013
00:50 ---08/09/2013.- publicado.
Al paso de las
horas, los días el costo político a asumir, a cambio de aprobar una nueva ley,
la del Servicio Profesional Docente sin la que, por cierto, la reforma
constitucional en materia educativa pierde toda esencia, es cada vez más
elevado y potencialmente explosivo
—en términos de violencia callejera e ingobernabilidad, por ejemplo— tanto para
el gobierno federal, como para el Congreso y las dirigencias de los partidos
firmantes del Pacto por México.
La injustificada
decisión de ceder a la presión de las hordas
de supuestos maestros, reales vándalos
agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que
desde la noche del lunes tomaron como rehén igual a las Cámaras federales que a
la población capitalina, escaló a tal nivel el problema derivado del compromiso
oficial, y social, de elevar la (pobre) calidad de nuestro sistema educativo
que, ya hoy, las soluciones, si las hay, parecen pocas…
Máscuando es de
todos sabido que el acuerdo político signado por el presidente Enrique Peña Nieto y su
partido, con el PAN y PRD, no era otro que ir adelante en una reforma
constitucional, la educativa, en defensa del derecho primario de niños y
jóvenes a recibir una educación de calidad, sí, pero también en la concreción
de acuerdos para el cumplimiento de diez de los 95 compromisos incluidos en el
Pacto por México.
De ahí entonces que
la única alternativa real al alcance del gobierno y partidos, con sus
legisladores incluidos, no sea otra que aprobar la ley que reglamenta la
evaluación del magisterio; una ley que molesta al magisterio irresponsable
agrupado en la CNTE, acostumbrado a medrar con la educación de las futuras
generaciones, a cobrar sin trabajar, a lograr prebendas en la calle y no del
esfuerzo en el aula… insistir en la vía de la cesión y el titubeo no acarreará
sino males mayores.
Tengamos claro que
estamos ante el inicio de una escalada antireformista y, en consecuencia
antigubernamental que, si bien alcanzó ya un primer pico con la frustración relativa del trabajo de
diputados y senadores, y el irresponsable bloqueo del Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México, aspira a llegar al primero de septiembre para colocar
bajo presión el primer Informe de Gobierno del Ejecutivo federal y, después,
reformas tan importantes ahora en
camino, como la energética, la fiscal, y las que se acumulen.
El
balón, diría el clásico, está
en la cancha de la autoridad…
Asteriscos
* Absurda y falsa la
explicación que de la cancelación de la plenaria de la fracción senatorial
blanquiazul en su natal Guanajuato ofreció el oficioso Fernando
Torres Graciano, cargando culpas a problemas de logística
derivados de la situación creada por la CNTE, cuando sabía bien que la decisión
de no ir fue de la mayoría de sus pares que, otra vez, colocaron contra la pared… al
(des)coordinador Jorge Luis
Preciado, su jefe en turno.
Veámonos el
miércoles con otro asunto De
naturaleza política.
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