A PEÑA NIETO.-En Acapulco, Iguala y Chilpancingo los Policías Municipales están infiltrados por el crimen organizado y debilitan la institucionalidad: Aguirre Rivero-
Ángel Aguirre-Gob-Guerrero; Miguel Ángel Osorio Chong-Gob.Fed.
Se le cae Guerrero a EPN y el
país en pedacitos.
Alberto Adame Analco.
Guerrero atraviesa por uno de sus peores momentos con el
terror y la zozobra, crímenes unos tras otro que ensombrece el ambiente
nacional.
Guerrero es un Estado que se ganó con votos limpios por una
gran movilización de la ciudadanía civil.
La punta de lanza de la desestabilización del Estado,
principia con la elección interna del PRD en que la corriente de Izquierda
Progresista de Guerrero (IPG), obtuvo la mayoría de votos y la presunta
aspiración del hijo del gobernador (AAR), Ángel Aguirre Herrera a la
presidencia municipal de Acapulco.
Esto, por el control del poder de Guerrero que hasta estos
momentos se presumía ejerce el actual Gobernador Aguirre Rivero, sin que nadie
pudiese evitar llegue a la alcaldía de Acapulco el hijo y sin quedar claro
quién pudiera susederlo en el cargo.
Y si a Guerrero lo
tienen entrampado con el crimen organizado, con el terrorismo de los
estudiantes de Ayotzinapa que sirven a los intereses mezquinos como “sicarios”
de la desestabilización social, por otro lado; también el gobierno federal
tiene Acapulco en un destrozo total con calles abiertas por todos lados como si
eso fuera la idea de nunca acabar con el “Nuevo Guerrero” propuesto por el
gobierno peñista.
Es claro que con AAR
Guerrero no tiene el “Ángel” que esperaban.
Tampoco es “una monedita de oro”; con sus errores y defectos, encontrar el Estado ardiendo en las llamas de la
violencia, no le ha sido fácil instaurar un modelo de paz para los ciudadanos,
pero le ha puesto su mejor empeño.
Esto, le ha generado un estado de envidias y ambiciones
donde carteles políticos se disputan la plaza del cargo de la gubernatura, la
plaza por Acapulco y los carteles del narcotráfico también ya le entraron con
su terrorismo a la disputa de los cargos para asegurarse la plaza para sus
fines aviesos.
Qué bien, que después de vivir tanta violencia en el País y
Guerrero el presidente Peña Nieto se disculpe de su venida a la entidad por
cuestiones del clima, pues también se refería al clima de la inseguridad.
El gobierno federal ha incumplido y retrasado el Mando Único
y la “Gendarmería” que no ha llego a cubrir la seguridad en Acapulco y puntos
conflictivos.
El gobierno federal de Peña tiene inclusión en la
responsabilidad que hay con Guerrero al no reaccionar a tiempo ante cuantiosos crímenes
que ensombrece el ámbito nacional.
El gobierno aguirrista no quisiera estos acontecimientos
dolorosos para los guerrerenses y todo se polariza a partir del apetito de
poder que ya ven de cerca los distintos actores políticos de todos los partidos
y le apuestan por explotar en llamas los acuerdos.
Y todo empieza con el asesinato del cura de Tierra Caliente
Asencio Acuña encontrado torturado y casi destrozado.
El levantón y asesinato del diputado federal priista, Gabriel Gómez
Michel y de su ayudante, Heriberto Núñez Ramos, conmocionó a Jalisco.
Tal parece que un
acontecimiento de terror sirve para opacar al otro, el caso del fusilamiento
por militares de 21 civiles de Tlaltlaya en el Estado de México, se desapercibe
con el crimen del dirigente estatal panista, Braulio Zaragoza Maganda Villalba
que por cierto señalan, de una cita contactada por la secretaria del Senador
Ríos Piter en el Hotel el Mirador de Acapulco.
Y este último horror de sangre
y violencia que desvía la atención nacional con el ataque de Policías
Municipales de Iguala contra los estudiantes normalistas y a un autobús de
deportistas que nada tenía que ver con la protesta, en el cual aun; hay 43
desaparecidos.
Es posible que estos jóvenes desaparecidos estén escondidos por miedo o por estrategia para ver cumplido su cometido por el cual fueron contratados y generar la tensión que prevalece en Iguala y el País.
Irónicamente con estos
violentos acontecimientos distraen la atención del Estado sobre los implicados del
caso de los humedales afectados por las tormentas Ingrid y Manuel en Acapulco,
el crimen que espera justicia de Armando Chavarría Barrera, el pendiente de los dos
estudiantes normalista del 12 de diciembre del 2011 en la Autopista del Sol y
las próximas elecciones del 2015 que por la infiltración de la delincuencia
organizada enrarece la vida social con escaladas violentas sistemáticas, pretende hacer fallar al gobierno federal
de Peña Nieto y se olviden ambos de hacerles justicia a los agraviados del año pasado.
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