20 mil pesos vale la vida de un Periodista.
Me dueles Goyo
MARCELA TURATI
Goyo, me
gustaría asegurarte que cambiaste la historia, que lograste unir al gremio, que
no habrá otra desaparición que ocurra en silencio. Pero no puedo
adelantarme.
Eso sí, tu
caso fue diferente porque tu jefa y tus compañeros se la jugaron por ti, porque
en Veracruz ya se sacudieron el miedo. Como Antígonas, tus compañeras
periodistas desafiaron las leyes del estado y salieron a buscarte, intentaron
regresarte a casa. Ahora te pido, protégelas de toda ira. Por todo el país y
desde distintas partes del mundo nos pusimos como antifaz tu rostro. Reclamamos
que te liberaran, gritamos tu nombre y que te queríamos de regreso.
Por un
minuto pensamos que te encontraríamos vivo, que por primera vez lograríamos
rescatar a un periodista de la muerte, hasta que apareciste. ¿Y sabes? rapidito
aclararon tu muerte, dicen que no fue por tus notas sobre secuestros, el tuyo
no fue un crimen pasional, fue una riña de vecinos (vecinos que arrojan cuerpos
en fosas). Tu vida costó 20.000 pesos en este país donde todos somos
ejecutables y desaparecibles.
Me dueles
Goyo y todos los Goyos desconocidos. Por tí guardaremos días de silencio,
para llorar, para tomar aire, para recuperar fuerzas, porque sabemos que
tenemos que seguir denunciando hasta que los silenciadores aprendan que ni uno
más. ¿Y yo me pregunto? ¿Para qué tanta fiscalìa? ¿Para qué tanto
mecanismo? ¿Para qué tanta mentira?
Lo que
sigue, Goyo, es hacer periodismo. Es hacer lo que sabemos hacer. Usar la rabia,
la indignación, la tristeza para construir esperanza. Que nos tengan miedo, que
aprendan a respetarnos, hasta lograr que tu historia no se repita.
No
recuerdo desde cuándo nos expulsaron de las redacciones y nos obligaron a salir
a las calles, como nómadas, a pedir justicia, a pedir que el siguiente
aparezca, a enterrar a los que siguieron, a gritar que paren esta cacería.
Queremos volver a reportear, tú lo entiendes. Queremos seguir haciendo
periodismo y morir de viejos, y morir tranquilos, y morir sonrientes.
GREGORIO JIMÉNEZ
El periodista mexicano Gregorio
Jiménez, de 46 años, fue localizado este martes sin vida en el interior de una
fosa. El reportero independiente que escribía sobre sucesos en dos periódicos
de Coatzacoalcos, al sur de Veracruz, fue secuestrado hace seis días en su
casa, con su familia como testigo. El ejército y la marina batieron la zona
durante varios días hasta que dieron con el lugar donde habían sido enterrados
los cuerpos.
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