Venganza Política. "Licencia" de Aguirre, al estilo PRI, aprovechando el dolor y descontento social.
Aguirre Rivero, Gobernador de Guerrero, sale con "licencia", nunca olvidará en su vida esta maldita Venganza Política.
Venganza política
Se repite la maldición política para Guerrero
Ojalá esta maldición no alcance a Peña Nieto
La práctica de renuncias y desaparición de poderes se suspendió durante
los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes gobernaron con
mandatarios mayoritariamente de extracción priista y sin mucho soporte ni base
social.
Prácticas al estilo PRI.
Las prácticas priístas desde Plutarco Elías Calles hasta la de Ernesto
Zedillo, casi todos los presidentes han recurrido a la desaparición de poderes, presiones para
forzar la negociación política ante una
crisis y disturbios que provocaron en Guerrero para conseguir renuncias.
Solo que aquí el descontento social se revierte peligrosamente contra la
federación y las protestas apuntan a que Peña Nieto demita con una gran presión
internacional, por la manera que en Guerrero no ganó, ni ganó en gran parte del
país.
El gobierno de Lázaro Cárdenas, consolidó el
poder y a su entrada se deshizo del “callismo” con una “limpia” para deponer gobernadores de Colima, Guanajuato, Guerrero,
Sinaloa, Sonora, Tabasco, Chiapas y Morelos.
Acontecimientos frecuentes vía
renuncia conciliatoria, desaparición de poderes o cualquier otro mecanismo y
dado el caso de Aguirre triunfar con votos limpios y mantener un equilibrio de
reconocimiento social a su gobierno, no podían menos que valerse del
NARCO-ESTADO y la actitud inocente de los normalistas de Ayotzinapa.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero no “era el Santo de su
devoción” de la clase política y de los resentidos priístas que no podían
haberle perdonado su decisión; no alinearse en aquellas elecciones en que su
primo Añorve Baños le disputó ese lugar, y ahora. NO ACEPTAR ACUERDOS POLITICOS PARA SU SUCESOR y menos el perredista que Peña Nieto insinuaba.
López Mateos depuso al guerrerense Raúl Caballero Aburto. Díaz Ordaz
hizo dimitir al duranguense Enrique Dupré Ceniceros, y Luis Echeverría quitó a
Eduardo Elizondo Lozano en Nuevo León, en 1971 “por motivos de salud”. También
a los gobernadores de Guerrero, Israel Noguera Otero; de Sonora, Carlos Armando
Biebrich, y de Hidalgo, Otoniel Miranda Andrade, en 1975.
José López Portillo recurrió a la fórmula para deshacerse del
echeverrista gobernador de Coahuila, Óscar Flores Tapia, en 1981.
Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en cuyo período se
produjeron las renuncias de los gobernadores que asumieron por la vía electoral
en San Luis Potosí, Fausto Zapata, y en Chiapas, Elmar Setzer.
También en Chiapas, Ernesto Zedillo depuso, en apenas cuatro años, a
Elmar Setzer, Eduardo Robledo y Julio César Ruiz; en Guerrero, a Rubén
Figueroa; en Morelos, a Jorge Carrillo Olea, y en Nuevo León, a Sócrates Rizzo,
principalmente por ajustes de cuentas con el ingrediente de escándalos por sus
excesos, especialmente en los tres últimos mencionados.
Miguel Alemán depuso a al gobernador tamaulipeco Hugo Pedro González. La
fórmula para evitar formalmente el involucramiento presidencial fue plantear la
desaparición de poderes a petición ciudadana y de políticos locales vinculados
al régimen, ante el Senado de la República presidido entonces por el
incondicional alemanista Carlos I. Serrano.
Adolfo Ruiz Cortines removió a los gobernadores Tomás Marentes Miranda,
de Yucatán, en 1953; de Guerrero, Alejandro Gómez Maganda, en 1954; Manuel
Barttlet Bautista (padre del actual senador homónimo), de Tabasco, en 1955.
Sale con licencia para separarse
del cargo el Gobernador de Guerrero; Ángel Aguirre Rivero a quien le generaron
caos, disturbios y escándalos por venganzas políticas cuyos orígenes se dan con
un presidente priísta en turno que se remonta al pasado y que en los 12 años
del panismo los mandatarios estatales se consolidaron.
Con esta solicitud de licencia del gobernador de Guerrero, Ángel
Aguirre Rivero, de ayer por la tarde, se suma
la de apenas el pasado 19 de junio el michoacano Fausto Vallejo Figueroa
al dimitir de manera definitiva en lo que va del gobierno de Peña Nieto
La inseguridad que aducen, no es más que el involucramiento de la clase
política gobernante con la delincuencia organizada escándalo que genera el
NARCO-ESTADO cuya inseguridad hace víctima a todos los sectores sociales.
La presión social enorme hacía la federación por los actos erráticos y
omisos que mantuvo en el Estado de Guerrero y la consigna “fuera Aguirre”, no
obstante que Peña Nieto señaló que la renuncia de Aguirre “era una decisión de
los guerrerenses, de los ciudadanos de Guerrero”.
El mandatario guerrerense se vio orillado a pedir “licencia” a un mes
del asesinato de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la
Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, conocida como Normal de Ayotzinapa,
víctimas de un ataque de policías y criminales en Iguala, Guerrero, cuyo
destino hasta ahora se desconoce.
Los carteles, la delincuencia organizada y el NARCO-ESTADO es una mala
interpretación que confunde al país y que son responsabilidades de la
federación con participación del Estatal y cuyos sucesos el gobernador Aguirre
ni tuvo participación, ni cuya actuación policiaca fue su responsabilidad, pero
si lo es, dentro de su ámbito político.
La venganza política contra Aguirre Rivero se da al llegar en los 90’s
en la sustitución de Rubén Figueroa Alcocer por el caso de Aguas Blancas el 28
de junio de 1995, policías estatales dispararon contra un grupo de 17
campesinos que murieron en el mismo lugar,
por el cuál en 1996, Aguirre Rivero fue designado para concluir su periodo.
Aguirre Rivero llego en una turbulencia del NARCO-ESTADO que deriva en
la inseguridad social en todo el país, y pese a este flagelo, inteligentemente
mantenía equilibrado su gobierno en el Estado, siempre rehusó reprimir las
manifestaciones generadas por las reformas educativas y la infiltración de
actores violentos asesinaron a 2 normalistas el 12 de diciembre del 2011.
En cualquier momento sus adversarios aprovecharían estas marchas para
cobrar venganza política como ya está echada con los acontecimientos de Iguala.
Su gestión se distinguió por muy inteligente, llegó a comprometer al
Gobierno federal para la inversión de UN NUEVO GUERRERO, magnas obras casi a
concluir; el macro-túnel, Aca-bus, abundante Agua potable de Chapultepec,
importantes vías y puentes y numerosos programas sociales de ayuda y
productividad para la gente, cuyos adversarios no resistieron el ardor ni la envidia.
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